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CHAMAMÉ PSICODÉLICO. SOBRE “ENCANDILAN LUCES, VIAJE PSICOTRÓPICO CON LOS SÍQUICOS LITORALEÑOS”

  • Foto del escritor: NATALIA SCHEJTER
    NATALIA SCHEJTER
  • 30 jul 2021
  • 4 Min. de lectura


Esto no es una crítica.

Hace días que doy vueltas en cómo escribir esto. Considerando que sobre Encandilan Luces, viaje psicotrópico con Los Síquicos Litoraleños hay muchas notas críticas, entrevistas, y otros comentarios dando vueltas por el mar virtual desde su estreno hace dos años, y que mi especialidad es el teatro, evitaré cualquier intento de análisis objetivo y me tomaré la libertad de escribir una especie de crónica de una espectadora fascinada. De todos modos vale empezar poniendo a los y las lectoras en contexto. La película en cuestión, es un documental sobre Los Síquicos Litoraleños, un grupo de músicos que desde Curuzú Cuatiá, -catalogada por Aldy Balestra como “la Liverpool del chamamé”-, hacen algo así como chamamé psicodélico. Produciendo libremente desde los márgenes de la industria cultural, han influenciado a gran parte de la escena del rock regional en lo que va del siglo XXI. El director del film es Alejandro Gallo Bermúdez, un salteño que se formó en Buenos Aires como cineasta, y allí conoció al grupo. Cuenta que los vio tocando en el 2005 en un festival que se realizaba en una fábrica recuperada en Capital Federal y durante años no volvió a saber de ellos; hasta que el grupo comenzó a subir videos caseros a YouTube. Gracias a ese medio global los contactaron desde Holanda para realizar una gira por los Países Bajos y Bermúdez, -que igual que los holandeses y quien suscribe estaba fascinado-, vendió su auto, se compró una cámara Hdv, un pasaje y los acompaño en su primera gira. Corría el año 2009, y casi una década después, en 2018, el documental se comienza a proyectar en el circuito de Festivales, empezando por el afamado Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Me enteré de su existencia unos días antes del estreno en salas comerciales que data del 11 de julio de 2019. Inmediatamente escribí un mensaje privado a la cuenta de Instagram del documental preguntando si se estrenaba en Corrientes, me contestaron que no conseguían sala.

- Pero en el Teatro Vera hay un ciclo de cine nacional, dije.

Paradójicamente suceden dos cosas, por un lado después de ver la película usted también tendrá la “casi” seguridad de que esta falta de espacios para mostrarse en la ciudad capital no les preocupó en lo más mínimo a Los Síquicos, aunque indigne a los espectadores ansiosos como yo que tuvimos que esperar tanto tiempo para ver la película. Por otro lado, aunque el sector que impulsó a que el chamamé sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, no programe la película ni en su ciclo de cine nacional; la declaración es tan atinada y los límites tan elásticos, que Los Síquicos ya realizaron por lo menos 4 giras del otro lado del Atlántico. Así, en este oscilar entre el chamamé y el rock, la psicodelia y la tradición, fluctúa toda la película que a partir de agosto se puede ver en la plataforma Cine.ar.

El encuentro

Pude ver la película en noviembre del año pasado en el marco del 9° Festival Play Videoarte y Cine experimental que realiza el Centro Cultural Universitario de la UNNE. Luego de un año y medio de espera, y a causa de la pandemia, visualicé el documental en un pequeño celular y a pesar del tamaño ínfimo, las expectativas que eran altas se cumplieron y tal cual se anuncia, “encandilan” en múltiples sentidos que usted también descubrirá al verla. Lejos de ser meros músicos interpretando canciones y ejecutando sus instrumentos, Los Síquicos montan una puesta en escena absolutamente teatral, estén tocando en un trailer en Parada Acuña o en un bar en Rotterdam. Cumplen con el proceso de comunicación específico del teatro que implica querer ser vistos; en sus cuerpos hay una intencionalidad de representar un papel y sus personajes aparecen las más de las veces, cubiertos con máscaras que le otorgan un carácter lúdico. Hay que destacar que el documental, cuida a conciencia que se mantenga el halo de misterio que la banda sostiene en su historia y así requiere de un espectador activo, igual que el de teatro. El relato estará a cargo de un coro de voces heterogéneas: chamameceros y rockeros de la provincia, vecinos/as de Curuzú Cuatiá, periodistas de rock, personajes del pueblo como un ufólogo, un intelectual y el mismísimo biógrafo de la banda; músicos experimentales de diversas latitudes, amigos/as de los Síquicos y unos cuantos más. Narrado en nueve episodios que sostienen una estética retro que ilustra su contexto creativo, hay mucho material de archivo y también se los acompaña en dos giras: por parajes de su cercanía y de ahí sin escalas a su primera gira Europea. Son 80 minutos imperdibles que también relatan el hallazgo de Setas mágicas que crecen en el campo correntino, un conflicto popular (no judicial) de derecho de autor y el avisaje de Objetos Voladores No Identificados en las afueras de Curuzú Cuatiá.

La invitación

Encandilan Luces, viaje psicotrópico con Los Síquicos Litoraleños se podrá ver el sábado 31 de Julio a las 18 hs en Cine.ar TV y a partir del 3 de agosto estará liberada en Cine.ar Play. Si leer estas líneas le provoca ansiedad y no puede esperar a las fechas mencionadas, empiece por el trailer https://vimeo.com/342872704 Y luego de verla recomiendo la charla que dio Alejandro Gallo Bermudez en el marco del 9° Festival Play Videoarte, bien llamada “El montaje desquiciado” (disponible en https://youtu.be/NCCbeZiijSQ). Insisto, como leer un libro antes que ver la versión cinematográfica, acá mejor ver el documental antes de escuchar esta charla y luego, abrirse a la posibilidad de pensar que, así como así se conoce a Los Síquicos como “El Pink Floyd de los pobres”, da seguir jugando con las comparaciones histriónicas y catalogar a Bermúdez como “el Godard del Tercer Mundo”. Que la disfruten. Esta nota se publicó en NEACONATUS


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