OTILIA BUENAVENTURA - Una oda a la palabra.
- NATALIA SCHEJTER
- 19 dic 2023
- 5 Min. de lectura
Esta nota es parte de una experiencia que generó una “crítica expandida”. Hay otras piezas en YouTube e Instagram. Son relatos independientes, cada uno cuenta algo y a la vez juntos, completan la macro historia sobre nuestro acercamiento a Otilia Buenaventura. Les invito a descubrir todos los links que hay en este texto.

Prólogo.
Otilia Buenaventura es una obra del grupo de teatro Raíces de Monte Caseros, Corrientes, escrita y dirigida por Luigi Serradori. El texto dramático tiene una larga vida, fue escrito en el año 2011, en el 2016 ganó el Concurso Nacional de obras de teatro del Instituto Nacional de Teatro y fue publicado por la Editorial del Instituto Nacional de Teatro. El año pasado fue uno de los 7 proyectos seleccionados (entre 109 presentados) de la convocatoria del programa “TNC Produce en el país” del Teatro Nacional Cervantes. Coproducida por la Municipalidad de Monte Caseros, la obra protagonizada por Sebastián Cardozo y Paloma Serradori Schwaderer, se estrenó el 1° de julio de 2023 en la Casa del Bicentenario de esa ciudad.
A finales de julio, mi compañero es convocado a realizar el registro audiovisual de una de las funciones de Otilia Buenaventura y del taller de formación “Otilia Buenaventura. Acercando el teatro y la escuela”. Me sumé a esa travesía para ver la obra, y pasar unos días con el Grupo de Teatro Raíces en su hábitat natural, conversando, conociendo, indagando, compartiendo.
La génesis: la fruta no cae lejos del árbol.
El grupo Raíces nace con la recuperación de la democracia; se caracterizan por la búsqueda constante de una poética teatral propia -desde las expresiones y los movimientos del territorio que habitan-, y también por reflexionar sobre temas sociales en sus obras.
A principios de los 90’ Susana Bernardi, una de las fundadoras del grupo, viaja a Cuba para formarse en la Escuela Latinoamericana de teatro y allí conoce a Jean Marie Binoche con quien aprende el entrenamiento para actores, que hoy es parte esencial del método de creación del grupo.
Luigi Serradori creció con el grupo Raíces. Sus grandes maestros teatrales son: su madre Susana Bernardi (de quien dice que le dio dos nacimientos, lo parió y luego lo hizo nacer al arte) y en dramaturgia Vicente Zito Lema. Actuó en obra como Gurka, Una carretilla de música, La pasión del piquetero de Zito Lema y también en El gran fracaso de la cual además fue autor y director. También escribió, dirigió y ganó concursos de dramaturgia con Las hijas idiotas y Los reidos.
Gran lector, fanático de novelas negras y los poetas malditos, anda siempre con un libro bajo el brazo, muestra orgulloso su biblioteca y comparte algunas de sus canciones en la guitarra. Hace diez años se hizo cargo de la coordinación y dirección del grupo Raíces. Cuenta que escribe desde la infancia.
"Cuando no escribo pienso en la muerte. Cuando no escribo me aburro y no entiendo nada. Cuando no escribo pienso que el aburrimiento es peor que la muerte y es realmente agotador. Cuando no escribo no hay familia, ni amigos, ni verdad. Una imagen me persigue. Ya no dispongo de mi vida porque la imagen me esclaviza. Tengo que sacármela de encima, borrarla, destruirla; es decir, hacerla nacer. Tengo que ficcionalizar, materializar esta obsesión". (entrevista personal)
El nacimiento de Otilia fue cuando su madre leyó Las hijas idiotas y se fascinó con la obra. Luego le pide a Luigi que le escriba un personaje para ella. La anécdota que nos hace reír fuerte, es que cuando él se la entrega, ella le dice: “bellísimo hijo, ni en peda lo hago”. También nos cuenta que, en el proceso de corrección, producto de un error de lectura, la didascalia desaparece y se transforma en un personaje. La Voz, estructura la trama, genera una historia al monólogo inicial.
Sus textos ponen en escena nuestra idiosincrasia, proponen pensarnos como sociedad, y en ellos siempre hay una mirada crítica. Además, en sus últimas dramaturgias aparecen escenas metateatrales (una puesta en escena explícita, dentro de la trama de la obra de teatro) y reflexiones sobre el quehacer teatral, el público, la crítica, etc. Otilia Buenaventura desde su inicio, es una representación dentro de la obra, teatro dentro del teatro.
La obra.
Otilia Buenaventura fue víctima y una sobreviviente de la dictadura militar argentina y a la vez, fue la hija rebelde de una familia aristócrata. Su historia quedó plasmada en un texto dramático que ella misma escribió y dejó escondido en el baño de la universidad donde daba clases. El texto hallado, es puesto en escena por su propio hijo (Sebastián Cardozo), quien la representa guiado por una “voz” que oficia de personaje, de didascalias, e intenta ser límites cuando Otilia se desboca.
En Otilia Buenaventura la palabra se transita en una tensión entre el habitarla ajustada a los cánones de su clase y el derrape constante en la búsqueda de la verdad. Esta obra es una oda a la palabra y a la necesidad de decir. Habla de la última dictadura militar argentina, la vigencia impacta y se justifica en las palabras de Otilia: “Nunca alcanza. Porque las palabras están dormidas acá. Porque hay que pegarles un sacudón y cantar la justa.”
Como si no alcanzara con todo el texto dicho por Otilia, las didascalias (elemento textual que funciona como dirección de escena para pasar del texto dramático a la puesta) también se dicen en escena para expresar ideas. Algunos teóricos sostienen que su importancia literaria y estética ha sido ignorada, partiendo de aquí, podemos interpretar que el autor y director, casi como un acto de justicia, no solo da vuelta este reclamo teórico, sino que además enaltece las didascalias otorgándole características de personaje: La Voz (Paloma Serradori Schwaderer).
El espacio de la puesta en escena pivotea entre lo real y el ensueño, expresa esa misma tensión que tiene Otilia con su pertenencia de clase. La producción de la obra contó con el apoyo del Teatro Nacional Cervantes y esto les otorgó más posibilidades materiales que las habituales. Por eso hay una escenografía imponente, y vestuario, maquillaje y objetos logrados al detalle.
Otilia Buenaventura es una obra con muchas intertextualidades explícitas e implícitas, y a su vez invita a pensar las propias, por ejemplo, a mí me llevó a releer la Poética de Aristóteles.
Una de las características de la tragedia griega es que el héroe pasa de la ignorancia al conocimiento, provocando así, sentimientos de dicha o desdicha; ese cambio de perspectiva está ligado al reconocimiento de la identidad del personaje. Hablando de intertextualidades podemos remitirnos al siglo IV a.C. y pensar en Edipo Rey tomando conocimiento de que su esposa Yocasta, es su madre, y vale también para el hijo de Otilia reconociendo a través del teatro a su madre y a su verdadera historia.
Otra famosa noción de Aristóteles es la catarsis. Cuando los espectadores presencian lo que ha sufrido un héroe, frente a la posibilidad de sufrir lo mismo, se genera sentimientos de compasión y temor. En Otilia su hijo conoce la historia de su madre y recupera su identidad, de alguna manera es una invitación a los espectadores a conocer la historia reciente de nuestro país: la gran tragedia argentina.
En este último sentido, es fundamental la propuesta completa del programa “TNC Produce en el país” que incluyó un Taller de Formación: Acercando el teatro a la escuela. Dirigido a docentes y gestores. Referentes del arte y las ciencias sociales de la ciudad de Monte Caseros brindaron un taller con claves para que los participantes trabajen con sus alumnos, más allá de los límites del edificio teatral. Además, está comprobado que esta iniciativa acerca a muchas personas por primera vez al teatro.
Epílogo.
Compartir esos días en Monte Caseros con el grupo, fue la posibilidad de conocer el método de entrenamiento de Raíces, charlar en profundidad sobre diversos tópicos, conocer su proceso creativo, la previa de subirse a escena, la biblioteca del director, lo que siente un actor veterano y una joven actriz y charlar con y sobre las raíces de un grupo legendario que apuesta desde su inicio a romper con la lógica del centralismo que impera en nuestro país.
Ficha técnica:
Otilia Buenaventura: Sebastián Cardoza
La voz: Paloma Serradori Schwaderer
Asistente de dirección: Waly Zambon
Productora: Tamara Schwaderer
Diseñadora y realizadora de vestuario: Laura Piñon
Diseñador y realizador escenográfico: Daniel Acosta
Diseñador de iluminación: El Gordo Sánchez
Diseñadora de maquillaje: Valentina "Coco" Centurión
Música original: Valentín Dealbera
Director: Luigi Serradori
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